Anteriormente, se ha discutido que, las acciones que estudia la Ética, no son aquellas que son hechas instintivamente (llamadas actos del hombre), sino aquellas las cuáles es aplicada la razón (cualidad única del ser humano), las cuáles el hombre en su potestad puede realizar u omitir (llamadas actos humanos). Estas acciones, cuando son efectuadas repetidamente producen ya sea una virtud (hábito operativo bueno) o un vicio (hábito operativo malo). Es importante resaltar, por lo tanto, que para que un hombre llegue a vivir una vida virtuosa o viciosa, existe un elemento (o más bien característica) muy importante que el este mismo posee, un elemento que está muchas veces por encima de la misma razón, y esa es la libertad.
Dimensiones de la Libertad
En efecto, el hombre posee este 'derecho,' el cuál le permite realizar lo que él quiere. Sin embargo, ¿puede el mismo uso de la libertad resultar en no libertad? o ¿puede el hombre hacer todo lo que se le plazca? Para responder a estas interrogantes es necesario que se estudien las dimensiones de la libertad (en este caso se describirán tres).
- La libertad de coacción: La libertad muchas veces es coartada, ya que, del hombre hacer todo lo que le apetece, puede resultar en daños a la dignidad de un tercero. Hablando de esto, Rodríguez (2010) afirma que "esta forma de libertad queda limitada, justa o injustamente, para todos aquellos que se ven privados de la posibilidad de decir o de hacer lo que desearían (p. 202). Por ejemplo, si una persona se ve en crisis financiera, robar puede convertirse en una de las opciones para satisfacer un deseo interior (hambre, deseo de tener dinero); sin embargo, factores externos, a saber, las leyes civiles, coartan y castigan este hecho, pero el hombre aún es libre de efectuar dicha acción (obviamente ateniéndose a las consecuencias). En otras palabras, bajo este punto de vista, una persona es libre en el momento en que no existe ninguna oposición en él para efectuar una acción (e incluso aún cuando hay oposición, el hombre aún posee libre voluntad).
- Libertad de elección: A diferencia del anterior, en el cual los factores externos son los que definen la libertad del hombre, la libertad de elección se define como la "ausencia de necesidad interior para tomar o no tomar una decisión ... o para conducirnos a nosotros mismos hacia una meta" (Rodríguez, 2010, p. 202). En otras palabras, si una persona tiene sed y el grifo de agua está a unos metros, la decisión de ir hacia ese grifo de agua no es una acción libre, ya que hay una fuerza interior que lo obliga a hacerlo (la sed).
- La libertad como valor y tarea moral: Luego de estas dos dimensiones, surge la interrogante ¿Será que la moral coarta la libertad del hombre? De hecho, San Agustín decía que, "la virtud es el buen ejercicio de la libertad," ya que quien regula la acción (moralmente buena) es la persona en sí, no es regulada por una necesidad o instinto (lo cual de ser así, resultaría en no libertad).
Por lo tanto, se puede concluir que el actuar virtuosamente (hábitos buenos) es la mayor expresión de libertad. Si una ley civil permite el aborto (libertad de coacción), la persona puede expresar su libertad en no llevando a cabo dicha acción. Esto se puede fundamentar en lo que ha se ha dicho anteriormente, de que el hombre naturalmente está inclinado al bien; por otro lado, se puede decir que el no obrar de manera moral, la persona ya no posee libertad, aunque tenga la elección de realizar las cosas que ella quiera.
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